"No sé si este sea el primer intento de think-piece en la historia del internet sobre La Oreja de Van Gogh. Llevo 15 años escuchando a su música, pero honestamente me sorprendió lo mucho que me costó poner en palabras qué es lo que hace que La Oreja de Van Gogh sea La Oreja de Van Gogh.

Recuerdo que Guapa fue el primer álbum que compré en formato físico. En ese momento era un niño empezando a descubrir las experiencia de desvelarse por horas navegando en internet. Le saqué muchísimo kilometraje a ese disco.

Si me preguntan, creo que el pop moderno español (y el pop moderno en español) tiene tres bandas que fueron pilares para haber podido sobrevivir tantos años: la vanguardia de Alaska y Dinarama, el urbanismo poético de Mecano y el romanticismo de La Oreja de Van Gogh.

Críticas no les faltan: que si son simplones, cursis, o rebuscados. A veces pueden ser muy melosos, por supuesto, pero es que así es la gente. Sus letras no son superficiales, son humanas. Sensatas. No importa si es a la persona que te gusta o la playa del pueblo donde creciste. Cuando la emoción y el sentimiento te abruma a veces lo único que te sale decir es “te voy a escribir la canción más bonita del mundo” (un beso para Amaia, te adoramos).

El encanto de La Oreja de Van Gogh creo que es lo misma razón por la cual la gente los critican: no intentan parecer más de lo que son. La Oreja es un grupo pop y ese su único estandarte. Canciones para cantar cuando estés feliz, canciones para cantar cuando quieras llorar, canciones para cantar cuando el corazón te revienta de amor. Siempre he pensado que su música es como una pintura impresionista. No busca ser académicamente perfecto ni parecer una ilusión de lo que debería ser, plasma con poesía lo mundano, lo que todos sentimos.

A mi parecer, pocas personas pueden escribir melodías tan encantadoras y pegajosas como Xabi San Martín (así como hicieron Nacho Cano y Carlos Berlanga antes de él). Todos nos sabemos el coro de “Rosas”. Mucha gente piensa que hacer un éxito pop es fácil, pero ahí es donde está la magia: hacer que algo tan complejo sea vea tan sencillo.

La magia de La Oreja no se queda únicamente en sus canciones más famosas. Desde descartes hasta composiciones para otros cantantes, como “Ni una sola palabra” de Paulina Rubio y “El primer día sin ti” de Danna Paola.

He podido tener las canciones del álbum ya desde hace un par de semanas y no quepo en la emoción de que en realidad la lista incluya toda esta trayectoria. Desde los sencillos de "Dile al sol", descartes de “Lo que te conté mientra te hacías la dormida”, hasta canciones de su último disco, "El planeta imaginario".

Cada versión demuestra lo eternas universales que son las melodías de La Oreja y más que eso, todas las canciones están reimaginadas de formas completamente diferentes. El pop se vuelve celebración, lo romántico se vuelve íntimo y lo devastador se vuelve más degarrador. Y todo vestido de géneros completamente diferentes. Piano acústico, baladas a ritmo de ukelele, folk, electropop y trance.

Y es que al final La Oreja de Van Gogh es eso: una celebración al pop. Sin poses ni disfraces. Relatos de que somos humanos y por eso lloramos, reímos y amamos. Y La Oreja siempre va a estar ahí para acompañarnos"

- Carlos Ferrer (twitter.com/unsatelitemas)