"Que nadie venga a tu cumpleaños. Junto a los sueños de persecución y las caídas al vacío, es probablemente, al menos en algún momento de la vida, una pesadilla universal. Que nadie vaya a tu cumpleaños cuando estás dispuesta para exhibir tu éxito, es aún peor.

“Quiero exhibir, quiero mostrar, a todos mi felicidad”. Con este mantra de la era del exhibicionismo, comienza “Miles de Likes”, la confesión de una it girl wannabe dispuesta a hacer alarde de una vida fabulosa, pero inexistente.

En el fondo, es mucho más que eso. “Miles de Likes” es la historia de un desamor totalmente mal curado. De un trauma cuyo tratamiento es erradísimo: refregarle la felicidad en la cara a un otro que nos rompió el corazón como estrategia para que nos vuelva amar. Algo que empieza como chiste, como gesto de reivindicación, termina siendo una carcel de oro (¡de bijou!) para una Instagramer incapaz de registrar el mundo real.

Cuando me comentaron sobre la convocatoria de canciones para Confesiones tirado en la pista de baile supe que esta este tema era la indicado. Es una verdadera confesión tirada (acurrucada!) en la pista de baile.

El clip fue dirigido por un gran amigo y co equiper, Cisco Connon. Lo filmamos en una terraza en uno de los barrios más caros de Buenos Aires, Puerto Madero, con un frío horrible que tuve que disimular. Ninguna buena fiesta se hace en invierno.

La segunda parte está filmada en una mis fiestas porteñas favoritas. Se llama Pop Hereje y está organizada por dos excelentes y desprejuiciadísimos curadores musicales, Gabriel Orqueda (editor de Rolling Stone Argentina) y Santiago Desch, que es actor y DJ.

Las Hereje suelen ser super efervescentes. La gente que va se adueña muy pronto de la pista (y la escalera, y los baños, y la puerta…) asi que caer repleta de globos y dispuesta a apoderarme de la escena no cayó muy bien entre los danzantes. Algunos reaccionaron bastante mal y eso está capturado en el clip. Esa hostilidad vino genial para el espíritu de lo que queríamos capturar.




Yo aparezco con auriculares porque nada paró por nosotros, hice playback mientras la pista explotaba de hits que todos querían bailar mientras yo molestaba.

Queríamos hacer escenas en la puerta pero fue imposible: en el piso de arriba vive una señora que para evitar que le hagan ruido a la noche ¡tira baldazos de lavandina sobre la ropa de la gente! Por eso todo olía a natatorio y tanta gente tenía la ropa con enormes manchas blancas.

Algunas incursiones son especiales. Muchos amigos entran en planos y por ejemplo, la chica que baila, a la cual mi personaje mira con envidia, se llama Pinky Pill una de las mejores bailarinas de exotic pole dance de Argentina.

Además del clip, me queda un hermoso registro de una noche con amigos. Un vídeo souvenir de una etapa de nuestras vidas. Curiosamente lo contrario a la historia de la canción: una gran noche, simulando ser un fracaso total"